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Mi Diario. Reunión del once de septiembre de 2004.
El día 8 fue el santo de María. Lo celebramos en su casa con una pequeña merienda y un regalito para Clara de cada pareja, que está preciosa y ya tiene un mes menos tres días.
María está guapísima pues la maternidad le ha puesto un rostro bellísimo y ya está recuperada del parto.
Vino a esta Reunión tan pancha y su hijita quedó en su casa con su madre, para que no cogida frío por la noche al volver y darle el pecho enseguida pues Clarita no perdona.
Comió, bueno mamó como una desesperada antes de salir para el Madroñal y ya estaba con su boquita abierta esperando con ansias el pezón a María cuando volvió a casa.
A Mary Sol.
Segunda carta.
Querida Sol: a pesar de todo, tu suegra te quiere. Doña Mercedes es además de una buena persona, una mujer inteligente y una madre amorosa. Educada desde niña en las diferencias sociales no puede entender, aunque su fe le diga que todos somos hijos de Dios, que Claudio se haya enamorado tan locamente de una “chica de barrio.”
Pero ella intuye que eres tú quien haces feliz a su hijo, y aún pensando en su conciente que “otra” más igual también le podía haber hecho tan feliz como tú, le cuesta aceptarlo, sobre todo por sus amigas y su statu quo.
Pero si el amor es más fuerte que la muerte, según “El Cantar de Los Cantares,” también y mucho más, lo es que las clases sociales, el dinero o la posición.
Más cuando ya, gracias a Dios, se van borrando esas diferencias, los hijos aceptan con naturalidad las diferencias entre sus abuelos, porque el cariño es el cariño, y a los jóvenes les importa un comino, por lo general, de dónde procede su pareja, con tal de amarse y hacerse felices.
¿Que a veces hay tensiones y diferencias que duelen? Quien lo duda. Pero a veces son otras mucho más duras, sobre todo si se va muriendo o matando el amor.
Sol, no soy nadie para meterme y sólo vosotros debéis tomar la decisión y la determinación, pero os está haciendo falta un “nietecito” que rompa definitivamente la pequeña tensión que aún existe y que la alegría de la vida inunde agradecida y amorosa el corazón de Doña Mercedes.
Sí, ya se que no debía ser así, pero la vida es la vida y “la vida” lo acepta todo y lo lima todo.
Con todo, mientras no esté en vuestros corazones, debes tener fe y luchar por tu matrimonio. Todo se puede superar si hay amor.
Claudio también debe sufrir en algunos momentos, y si le quieres como le quieres, debes procurar mitigar sus cuitas y no aumentarlas con las tuyas. A veces habrá que callar, como si uno no hubiera escuchado u oído nada, a veces hablar que templar gaitas, como no te preocupes, eso son cosas que pasan y no tienen importancia, tu madre es muy generosa y amable conmigo, nos quiere, y sus pequeñas cosas, más de educación que de corazón, no se las vamos a tener ni en cuentan. Otras parejas tienen dificultades más grandes por culpa de sus familias y las superan.
Vosotros, Sol, tenéis la ventaja, inmensa ventaja, que sois, la pareja, de una formación cultural y religiosa muy parecida. Los dos sois universitarios, os habéis criado en un ambiente en que las clases sociales casi no existen, aunque por desgracia existan, vuestra formación religiosa es muy semejante pues mientras Claudio se formaba en los jesuitas, tu madre era una cristiana ejemplar y te educó en casa en talante cristiano y te llevó siempre a la Parroquia a catecumenados y reuniones de formación. Agradéceselo a Dios.
Lucha, no escuches, escucha perdonando y no teniendo en cuenta. Llévate bien con todos, se muy delicada con quien a veces puede herirte devolviendo atenciones y buenas palabras por desplantes y piensa que toda pareja tiene dificultades que superar y que tú no tienes la más difícil.
Sí, ya sé que la pareja no termina en la pareja y que “nos casamos” un poco también con la familia del otro. Y que a veces este casamiento, no deseado, es muy duro. Por eso te exhorto a que vivas en la caridad, el amor, y la concordia, dentro de la compresión y la tolerancia, y que sepas sobretodo que dentro de tu “iglesia doméstica”, tú, tu marido y tus hijos futuros, tu hogar, es el amor, el amor pleno y vivido a tope, que os dará fuerzas par luchar y vencer estas pequeñas dificultades exteriores, que son pequeñas pruebas que Dios permite para acrisolar y purificar, pulir y aumentar vuestro amor.
El amor es fuerte como la muerte. Vence con tu amor esas pequeñas muertes para que tu amor sea todo vida. Y vuestro amor, unión y concordia.
Sólo los magnánimos, los de gran corazón, los pacíficos, serán llamados hijos de Dios.
No lo dudes, Mary Sol, a pesar de todo, tu suegra te quiere.
Un beso cariñosón para ti y un abrazo fuerte para Claudio,
Carlos.
Preguntas:
01.- ¿Pueden las diferencias de “clase” abrir poco a poco un abismo entre el amor de los novios y matrimonio, ya por razones personales, ya por razones familiares, ya por razones de amigos?
02.- ¿Cuál debe ser la actitud de cada uno de los dos miembros de la pareja, el de aparentemente, a los ojos humanos, mayor posición social y el de menor escala en la apreciación de la sociedad?
03.- ¿Pueden superarse las diferencias culturales, el o ella muy cultos y formados, con gustos y refinamientos de clase y educación, y el otro más vulgar, campechano o pueblerino, cuando no algo chabacano o basto?
04.- ¿Y si las diferencias son de creencias o de fe, muy acrecentadas o inamovibles en uno o los dos, o son de creencias y convicciones fuertes y arraigadas en uno, generalmente la mujer, y de descreimiento, agnosticismo, ateismo o incluso odio a la religión del otro?
05.- ¿Cuál de todas ellas creen ustedes que son más difíciles de superar, las intelectuales, las económicas, las culturales, las de educación y finura, las de creencias distintas o fe diversas?
6.- ¿Saben ustedes que pide la Iglesia para poder contraer matrimonio parejas en donde uno de los dos cónyuges es católico y el otro no, y a que se han de comprometer ambas?
7.- ¿Qué dispensa se necesita y quién la concede?
8.- ¿Cuándo existe verdadero sacramento y cuando no, pues el Sacramento debe ser recibido por creyentes en el mismo sacramento y bautizados en la Iglesia?
Reunión de Grupo:
En nuestro grupo no se da este enemigo del amor, las diferencias graves de cultura, nivel familiar, o diferencia de religión o creencias.
Pero así y todo, la reunión fue animada y llena de sugerencias. Tomás tiene un amigo del Colegio, Ernesto, que en la Universidad conoció a una chica monísima, inteligente y encantadora que resultó ser una Sol cualquiera. Era hija de una familia humilde que con gran sacrificio le pagaba los estudios. Lo pasaron mal pero lo fueron superando y hoy en día son una pareja feliz y muy avenida.
Insistió Tomás, que el que había vivido todo su pequeño calvario de incomprensiones y hasta de casi aparentes desprecios que rondaban en vejaciones, vio que toda la superación fue una maravillosa postura de Dolores, la mujer de Ernesto, que se llenó de paciencia, compresión y esperanza, de que todo se superaría como se superó. Nunca reprochó nada a su suegra, siempre hablaba maravillas de ellas, solo las cosas buenas que las había y mucho, de su cariño por Ernesto, de sus atenciones y delicadezas con él, resaltaba hasta el infinito las pequeñísimas cosas de su suegra con ella, tubo siempre el cuidado de hacerle mucho caso en sus insinuaciones, como tratar a Ernesto, nunca decir no a una invitación a su casa aunque a ella le apeteciera más otro plan, ser delicadísima con su suegro, que ella sabía que estaba de su parte, aunque lo disimulaba a veces ara no chocar con su mujer, hacerle caso en todo lo que le recomendó cuando se quedó embarazada, ponerle al bebé ropa regalada por su suegra, aunque no le gustara mucho cuando iban a su casa, dejar que ella fuera la protagonista en el bautismo del niño, rogar a sus padres que se plegaran un poco a la forma de ser de su suegra, para que no hubiera choques familiares, y un tan largo ecetera, ecetera, que me llenaría dos páginas contarlo.
En las diferencias de creencias o religión lo más difícil, dijo Giorgio, que se hizo católico cuando se casó con Chiara, pues el era Anglicano, por familia, lo más difícil es el respeto a la diferencia de las creencias del otro, y el punto crucial clave es la educación de los hijos en la fe católica, como exige la Iglesia para permitir el matrimonio mixto.
Conclusión:
Los Enemigos del amor que están en ellos mismos (o del uno con el otro) y son Intelectuales, como Las diferencias culturales, económicas o religiosas excesivas solo se superan con paciencia casi infinita, compresión total y desinteresada y una esperanza abierta, alentadora y sin límites.
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lunes, 4 de febrero de 2008
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