lunes, 4 de febrero de 2008

07.- "María. Nace su hija Clara. Su madrina será Chiara"

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Mi Diario a veinticinco de agosto de 2004.
Hemos recibido un coreo electrónico de Tomás y María. ¡Ya ha nacido Clara! Están los dos que exultan de gozo, alborozados y alegres.
Transcribo la carta para no perderla nunca.

Carta de María:
En Las Palmas a quince de agosto de 2004. Domingo.

Ya soy madre, mis queridos amigos. Ya soy madre, como mi madre, como la madre de
Tomás, como la Virgen y Madre, María, “mi tocaya”, la Madre de Jesús.
Ha nacido el día once, día de Santa Clara de Asís, que será su patrona y santa. La guapísima y hermosa amiga de Francisco de Asís que será la primera Clarisa. La monja más alegre y contemplativa, más sencilla y pobre que dio su siglo. Así será mi Clara.El que no ha cogido aún las vacaciones, como no nos hemos ido de viaje, y va a echar una mano a su Estudio de Arquitecto y a adelantar trabajo para septiembre, pensando cogerlas desde que naciera la niña hasta mediados de septiembre.
El día diez por la noche ya empezaron las pequeñas advertencias. Serían las seis o siete de la tarde. Mamá llamó a Tomás. Ya venía de camino. También mi padre. A las diez y mdia nos fuimos a El Materno. Qué sí, que ya viene, nos confirmó la matrona. No se vayan para casa que le ingresamos y en cuanto esté dilatada la pasamos a la sala de partos y le vamos buscando habitación.
A las doce y media entré en “situación”, Tomás nervioso, se puso la bata verde y el gorrito y se colocó detrás mía cogiéndome muy fuertemente la mano.
La verdad es que como fue tan rápido y por deseo propio la tuve a capela, en vivo y sin calmantes. Dolor sí sentí dolor, hasta casi morir de él. No grité, lo deseaba con toda el alma, pero destrocé la mano de Tomás con la que cogía la mía. Nunca había sentido un dolor tan fuerte tan intenso y tan brutal. Y ya estaba allí Clara. Sacó primero su pequeña cabecita y luego su larguirucho cuerpecito. Nunca podré describir lo que sentí al oír su primer llanto, alegría de vida y dolor de compasión, mezclados y fundidos, ni cuando me la pusieron en mis brazos.
Fuera estaban ya todos, Papá, mamá, la madre de Tomás que vio al nacimiento y que es un encanto de mujer y madre, mis hermanos todos, Francisco, Lucía, Cristina y Julio.
También estaba Mónica, la encantadora y cariñosa Mónica, a quién llamó mi madre, pues sabía que para mi es una hermana más.
Francisco Javier vendrá mañana y Don Matías le ha prometido a Mónica bajar con ellos al materno, para bendecir al niño y a sus padres, hasta el feliz día del bautizo.
¡Cómo os eche de menos!
Por las mañana recibí una llamada de teléfono de Elena y Carlos desde Palma de Mallorca, donde están con sus hermanos Nuria y Ramón, pasando unos días para la boda de su sobrina Isabel, y de todos ustedes a lo largo de la mañana pues Mónica sé que os avisó a todos. ¡Benditos seáis! ¡Os quiero! ¡Gracias!
Los días pasan pronto y espero que cuando vayáis llegando de vacaciones pueda presentaros con todos los honores a Clara.
Clara, madrina y Jorge, padrino, no sé si hasta estaban llorando al otro lado del teléfono.
Desde luego, mi querida amiga Clara, tus palabras me fueron entando en l alma hasta lo más profundo y creo que se me han gravado a fuego, a fuego de amistad y amor, en lo más profundo de mi corazón. ¡Gracias, Clara! Gracias a todos.Mil besos y hasta muy, muy pronto, vuestra hermana y amiga, María.

Post data:
Por favor en vuestra primera Misa y Comunión decirle muy fuerte a Jesús que Gracias de parte de Tomás y María. Que como padres cristianos no le fallaremos. Que sabemos que ya quiere mucho a nuestra Clarita y que ya es una de las más pequeñas ovejitas de su redil. Que la llame por su nombre, que ya conoce, Clara como Sana Clara de Asís.
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