lunes, 4 de febrero de 2008

20.- "Jesús también nació en nustro grupo"

>
La Misa del Gallo vivida con todas las parejas de grupo.
24 de diciembre de 2004.

Mi Diario a veinticinco de diciembre de 2004. Sábado.

Ayer nos reunimos todos en El Madroñal para acompañar a Don Matías y a la buena gente del pueblo en la Misa del Gallo. Es curioso, hicimos de coro y Mónica hizo de solista en los cantos de la ceremonia y en los Villancicos. Como eran cantos muy conocidos y todos teníamos unas hojas con las letras fue fácil y todo los feligreses cantaron juntos y con devoción.
El sermón fue como todos los de Don Matías, lleno de fervor y de cariño, muy emotivo pues nos recordó que el Niño Dios es el mayor regalo de Dios Padre, que nos lo entrega a través de la pureza de la Virgen María, una pureza y virginidad que sin dejar de serlo se hacen maternidad humana y divina. Madre de Jesús hombre y Madre del Dios vivo que habita entre nosotros.
Nosotros cenamos con mis padres pronto, pues mañana comeremos con los padres de José Carlos. Ya hay que repartirse. Nos reunimos todos los hermanos y también vinieron mis tíos y primos y de fuera vino una hermana de mi madre, Tatín, con su marido Rafa, y con su hija de en medio Ana que vive aquí pues está casada con un chico mallorquín, pero afincado en Las Palmas desde los ocho años.
Fue una cena muy familiar y muy acogedora como mi madre tiene por costumbre hacer. Antes de cenar nos reunimos todos ante el Portal de Belén en el Nacimiento que ella hace todos los años, y abuelos, hijos, hijos ya padres y nietos, cantamos, rezamos, unos Villancicos muy emotivos y otros muy infantiles de cara a la galería enana, y cada uno le pidió un deseo al Niño Jesús para este año próximo y le ofreció algo de regalo. Un propósito de mejorar en algo, un desprendimiento de alguna cosa, mi sobrino Juancho, le dio al Niño Jesús casi todos sus juguetes del año pasado, Reyes, santo y cumpleaños, no lo sabían ni sus padres que se emocionaron mucho, para los Niños de San Juan de Dios, que sus padres visitan todos los años para felicitarles y llevarles algunos donativos. Es nieto de la hermana de una hermana de mi padre. Yo aún no tengo ningún sobrino directo ni carnal ni político.
Yo le pedí al Niño Jesús, que loca soy, que me quede embarazada pronto y que nazca en mi un niño Jesús chiquitito y amoroso. O una Virgen María que haría la mayor felicidad de José Carlos que se derrite con las niñas pequeñas. Con las grandes sólo conmigo, claro.
Que qué le ofrecí: le entregué mi vida entera, segundo a segundo, y sobre todo el trabajo bien hecho en mi oficina y el ir alegre por las mañanas temprano pues me cuesta mucho levantarme de la cama. ¡Ah cómo se me pegan las sábanas!
Muy emotiva para mí fue la Comunión en la Misa. Sentí que Jesús nacía en mí y al apretarme suavemente la mano José Carlos supe que también estaba naciendo en él.
Si la Navidad no tiene este sentido de nacimiento y encarnación de Dios en nosotros, carece de sentido totalmente esta fiesta y se convierte en una orgía de comamos y bebamos que pronto moriremos.
Señor, quiero ser pobre de corazón, pobre de espíritu y pobre en las cosas materiales. Quiero sentir necesidad como mis hermanos pobres y puesto que tu me has dado tanto y tenemos una confortabilidad material mucho más que potable, haz que yo sepa compartir, que yo me sepa negar en mis capricho y que sepa renunciar a lo superfluo para con eso ayudar a mis hermanos los más pobres.
Aunque este es un asunto que ya hemos hablado José Carlos y yo lo tenemos que “repasar”
y fijar ahora que ya tenemos controlados nuestras necesidades y gastos claramente el “diezmo” de nuestros ingresos para volver a la antigua usanza de la Iglesia en el compartir y sentirnos unos como los primeros cristianos “que todo lo tenían en común” y entre los que el diácono encargado de los más necesitados era uno de los cargos más apreciado y de más dignidad. Dios nos ha hecho a los que tenemos algo más, nos dijo Don Matías en el sermón, como dice un padre de la Iglesia, que he olvidado, los ecónomos de los pobres, es decir sus proveedores.
Después de la Misa del Gallo nos reunimos como siempre todos los del grupo y bastantes vecinos para el “resopón” brindar por la Navidad y compartir un ágape pequeño de amor y unidad en la Mesa del Padre. “Alrededor de tu mesa venimos a celebrar” que todos somos Iglesia si compartimos el pan.
Me salió bien el versito, ¿eh?
Bueno ya tengo que despertar a José Carlos que aun duerme para que le de tiempo a afeitarse y ducharse para llegar a tiempo a casa de sus padres a comer.
>

No hay comentarios: